Desde finales de marzo, la India sufre un grave empeoramiento de la pandemia del COVID-19, con un incremento exponencial de casos, hospitalizaciones y fallecimientos. La aparición de una variante, denominada B.1.617, ha desatado la alarma internacional, obligando a realizar cuarentenas a las personas que provengan de este país, como es el caso de España, o pidiendo la salida inmediata del territorio, como ha comunicado el Gobierno de los EEUU. Esta breve nota analiza la situación en el país asiático para, de este modo, extrapolar cuáles serían las principales implicaciones en el resto del mundo y, en consecuencia, en el proceso de normalización social y económica esperado para los próximos meses.