Durante el verano hemos conocido informaciones alarmantes: a) las vacunas pierden eficacia con el paso del tiempo, lo que aumenta los casos en Israel, país que va dos meses por delante de Europa, b) empeora la situación en los EEUU y en Asia como resultado de la irrupción de la variante delta, c) se dificulta la llegada a la inmunidad de grupo. Además, tal y como advertimos en junio de 2020, la inflación no sólo se espera, sino que ya está aquí, algo que presenta importantes consecuencias para los tipos de interés futuros.