Durante décadas, China ha construido una enorme potencia exportadora y financiera que le ha permitido alcanzar el segundo puesto en la economía mundial, sobre el cual proyectar, además, su gran poder geopolítico. Con todo, desde 2009, parece que China copia los peores errores cometidos por los países desarrollados en la formación de burbujas y a tenor de los acontecimientos recientes, la posibilidad de una recesión (y no solo un aterrizaje brusco) gane enteros.