El entorno económico es probablemente uno de los más difíciles de comprender y anticipar correctamente de las últimas décadas y, además, tiene el riesgo añadido de la amplitud de escenarios alternativos factibles con impactos bastante binarios (es decir, un error en decisiones en una u otra dirección puede generar un daño económico muy significativo). Así, las dos últimas semanas se han producido movimientos bruscos muy relevantes en los mercados, tipos de interés, bolsas, divisas, materias primas, etc. Las subidas de los tipos y las caídas de las bolsas han sido muy pronunciadas, y sus impactos potenciales pueden ser muy significativos para todos los agentes económicos a futuro.