La economía española experimentó una desaceleración a mediados de 2018. Así, de crecer a ritmos superiores al 3%, España pasó a hacerlo a ritmos ligeramente inferiores al 2,5%. A su vez, las noticias sobre crecimiento mundial no han podido ser más negativas desde entonces, con las tres principales economías (EEUU, China, y la zona euro) experimentando intensas correcciones. En este entorno global, y con la volatilidad política española, no es de extrañar que se multipliquen las voces avisando de que el crecimiento económico español corre peligro y de que se está gestando una intensa desaceleración. En nuestra opinión, los datos rebaten esta tesis. La economía española se está acelerando, no desacelerando. Esta presentación explica por qué se está produciendo esta aceleración, e incide en profundidad en la tesis del “desacoplamiento”: por qué es posible esta evolución en un contexto tan débil de crecimiento mundial. El informe se basa en el análisis profundo que, desde 2012, llevamos haciendo de la economía española, en contraposición directa a la evolución de otras en todo el mundo. Nuestra conclusión es que, de todas las grandes economías occidentales, la española será la que experimente más crecimiento en 2019. Como siempre defendemos, analizamos crecimientos, pero también los riesgos asociados. De dicho análisis extraemos conclusiones que explican por qué España seguirá siendo un destino favorito para la inversión.